El territorio nos deleita, es uno de sus encantos, la sola contemplación de esa dinámica tan salida de nuestro cotidiano de ciudad basta para generar una serie de sensaciones que nos permite percibir la libertad de un modo íntimo, de una manera propia.
Que mejor que un sendero en medio del bosque para afianzar esa sensación liberadora.
El territorio lo ofrece de múltiples maneras, caminos reales, senderos entre el bosque, cascadas, cafetales y platanales, un clima templado que permite un mayor disfrute de la siempre retadora experiencia.
La Hacienda además de una historia de café nos permite el encuentro con algo que en el fondo sentimos perdido.
La ciudad, la cotidianidad y el ritmo de vida nos han llevado a una experiencia vital desconectada de las cosas sencillas.
La experiencia del sendero nos lleva a conectarnos con lo más importante en el sendero de esta vida, nosotros mismos.
Existe evidencia científica de los beneficios para la salud de la caminata entre el bosque.
Nos basta la evidencia empírica para garantizar esta promesa, el bosque te cambia… para bien.