Luego de 8 años de trabajo ininterrumpido en la Provincia del Tequendama, hemos querido dedicar este artículo a los retos que el turismo nos demanda como territorio.
Es fácil para el visitante advertir que los 30 kilómetros de nos separan de la ciudad de Bogotá, los diferentes pisos térmicos en rumbo al río de La Magdalena, el estado de conservación de sus bosques, el agua que fluye por las montañas y la vasta historia y patrimonio que se remontan a la época prehispánica son verdaderas oportunidades.
Los recursos con los que cuenta el territorio son generosos; entonces, en donde están las principales falencias y en donde debemos colocar los esfuerzos para lograr un desarrollo sostenible?
Comencemos por hablar de un factor común que nos convoca a todos pero que no siempre es fácil descifrar: La identidad.
La Identidad
Quienes Somos?
Porque la identidad es lo que nos une… o nos distancia.
Somos una herencia Panche? o únicamente hijos de la hispanización… somos testigos de la emancipación? o construimos hombro a hombro el destino de esta gran nación?
Estas son algunas preguntas que no todos podríamos contestar sin titubear y es que las respuestas no siempre son fáciles, más cuando el tejido social del territorio a cambiado mucho en los últimos 20 años.
En general somos el resultado de todos los acontecimientos históricos que nos precedieron, aunque esto no es suficiente para construir una identidad que promueva un sentir que al unisono nos mueva a buscar que nuestro territorio vaya a algún lado.
Y aquí está un primer gran reto, la construcción de una identidad territorial que nos permita jalar para el mismo lado y creer en nuestras potencialidades y en la capacidad de crear productos turísticos únicos a partir de los abundantes y generosos recursos que nos ofrece el territorio.
Se trata de lograr amalgamar la naturaleza, la historia y la cultura con un nivel de calidad que el usuario del turismo esté más que satisfecho, momento a momento.
El Producto Turístico
Como ofrecemos lo que tenemos?
Recursos turísticos transformados en atractivos turísticos.
El siguiente gran reto a nivel regional es incorporar en nuestros recursos turísticos servicios y facilidades para el turista, convirtiendo la posibilidad de aprovechamiento productivo en un evento real que contribuya al desarrollo territorial.
La región posee cascadas, caminos reales, antiguas casonas, infraestructura industrial de la producción de panela y café del siglo XIX, la infraestructura del ferrocarril, con sus vías, puentes, túneles y estaciones y de todos estos elementos de valioso valor para el turísmo, muy pocos tienen la capacidad de recibir al visitante brindando un mínimo de calidad desde la perspectiva de la experiencia de usuario.
NO estamos afirmando que no se pueda hacer visitas a estos sitios, estamos afirmando que desde la perspectiva del turismo hace falta cubrir estos recursos con servicios que permitan al turista hacer visitas con seguridad, facilidad, obtener una guianza confiable, con la posibilidad de obtener servicios sanitarios estandarizados, de poder beber una buena taza de café, o tomarse un jugo de frutas frescas, y esto, de momento no es posible.
La Presentación
Como lo presentamos
Tenemos el sabor, ahora debemos trabajar en la estética
Es fácil relacionar la importancia de la presentación, al mundo de la gastronomía y sin lugar a dudas es donde este elemento se ha hecho manifiesto convirtiendo a nuestras delicias culinarias en auténticas experiencias para el comensal; no obstante, el campo de la presentación no se refiere únicamente a la comida, se refiere a cada detalle que esta destinado a entrar en contacto con el visitante, a cada elemento que conformará parte de la experiencia del turista.
La pregunta clave que siempre se debe hacer a la hora de decidir como presentar el producto es como lo percibirá el usuario, como construimos para el, una experiencia que genere una grata impresión en su mente a través de encantar sus sentidos.
El aroma, la armonía de los elementos, la luz y las sombras, el paisajismo y todo lo concerniente al empleo de la naturaleza como un ingrediente para amenizar e impactar al visitante, todos estos son tan solo algunos ejemplos de lo que debemos tener en cuenta para lograr estos efectos.
El Servicio
El Servicio
Nuestro calor humano al servicio del visitante
No es desconocido que la calidez de la cultura colombiana cautiva a la primera a nuestros visitantes, especialmente cuando estos son de otras latitudes; no obstante, el reto aquí es como traducir este calor humano en calidad en servicio.
Son muchas variables las que influyen en una buena atención al cliente, variables personales como educación y disposición y variables profesionales como conocimiento y formación en protocolos y técnicas; juntas tienen la capacidad de formar anfitriones y aquí esta la cuestión, ser buenos anfitriones requiere siempre algo más.
El ser un buen anfitrión requiere además de las variables de formación personal y profesional, un alto grado de identidad, identidad con el territorio que representa, con el producto que ofrece, con la historia que cuenta y los valores culturales que promueve.
Quizá el reto más grande para nuestro territorio es lograr convertirnos en anfitriones en excelencia, porque implica no solo habernos educado y formado de manera juiciosa, sino también reconocer en nuestro territorio un sitio con cualidades que son causa de orgullo para todos, aquí se une la construcción de tejido social que responda a las necesidades del turismo con el reto colectivo de rescatar una identidad que nos represente a todos y armonice nuestros esfuerzos para llevar a nuestra provincia a otro nivel en el mar del gran potencial que significa el turismo para Colombia.